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Deep Tech: más allá del hype tecnológico
En un mundo dominado por avances tecnológicos rápidos y efímeros, hay una categoría que elige navegar aguas más profundas y desafiantes: Deep Tech. Este término, que puede sonar desconocido para muchos, está configurando la frontera del próximo gran avance tecnológico. Si te has preguntado hacia dónde se dirige la innovación genuina, te presentamos la respuesta.

La Deep Tech no es simplemente otra palabra de moda en el extenso glosario de la tecnología; es un enfoque que prioriza la ciencia y la tecnología avanzada por encima de las tendencias pasajeras.
¿Por qué es tan especial? Porque, a diferencia de las startups convencionales que a menudo están centradas en aplicaciones y servicios para el usuario final, las empresas de Deep Tech atienden a problemas estructurales y fundamentales de la sociedad.
Aunque el término ha ganado popularidad en los últimos años, sus raíces son más profundas. Desde los albores de la computación hasta los primeros pasos en biotecnología, el espíritu de Deep Tech siempre ha estado presente. Sin embargo, fue en 2014, cuando Swati Chaturvedi, CEO de Propel(x), popularizó la terminología, que comenzamos a apreciar y reconocer el significado y potencial de esta categoría.
Las áreas de interés en Deep Tech son tan vastas como fascinantes. Algunas de las más prometedoras incluyen:
Inteligencia Artificial (IA) y Aprendizaje Automático (Machine Learning): Estas tecnologías tienen aplicaciones en innumerables sectores, desde la atención médica hasta el comercio y la banca. Permiten a las máquinas aprender de los datos y tomar decisiones sin programación explícita.
Robótica: Ya sea en forma de drones, robots asistentes o máquinas industriales avanzadas, la robótica está transformando la forma en que se realizan muchas tareas.
Biotecnología y Medicina de Precisión: Estas tecnologías permiten tratamientos médicos personalizados y avances en áreas como la edición genética, que podría ser fundamental para curar enfermedades previamente incurables.
Neurotecnología: El estudio y desarrollo de tecnologías que interactúan directamente con el sistema nervioso, incluido el cerebro. Tiene aplicaciones en medicina, entretenimiento, y más.
Nanotecnología: A nivel molecular y atómico, esta tecnología tiene el potencial de revolucionar todo, desde la medicina hasta la producción de energía.
Quantum Computing (Computación Cuántica): A diferencia de la computación clásica, la computación cuántica utiliza qubits en lugar de bits, lo que permite un procesamiento y resolución de problemas a una velocidad y escala antes inimaginables.
Tecnologías de Energía Limpia: Desde la captura y almacenamiento de carbono hasta la energía solar avanzada, estas tecnologías apuntan a resolver algunos de los desafíos más grandes de nuestro tiempo relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad.
Blockchain y Tecnologías Financieras (Fintech): Más allá de las criptomonedas, el blockchain tiene aplicaciones en la gestión de la cadena de suministro, contratos inteligentes, y muchos otros campos.
Realidad Virtual (RV) y Realidad Aumentada (RA): Estas tecnologías están redefiniendo la forma en que interactuamos con el mundo digital y tienen aplicaciones que van desde el entretenimiento hasta la formación y la medicina.
Internet de las Cosas (IoT): La interconexión de dispositivos y sistemas a nivel mundial permite la recopilación y el intercambio de datos a una escala masiva, transformando ciudades, hogares y empresas.
Aeroespacial y Nuevas Tecnologías de Propulsión: Incluyendo desarrollos en viajes espaciales, satélites, y tecnologías de propulsión avanzada para aeronaves.
Más que una tendencia
El universo de la Deep Tech está creciendo a un ritmo vertiginoso. Según datos de McKinsey, se prevé que este mercado alcance una asombrosa cifra de $3 billones de dólares para 2025.
Estas tecnologías no son simplemente respuestas a las necesidades actuales del mercado; están siendo impulsadas por una demanda creciente de soluciones innovadoras en múltiples sectores, desde la atención médica hasta la fabricación y la energía. Las empresas, gobiernos e instituciones educativas de todo el mundo están reconociendo el valor y el potencial que las Deep Tech ofrecen, y están dispuestas a invertir en su desarrollo y aplicación.
El rol de la inversión en el mundo Deep Tech
En ese sentido, el proceso para desarrollar tecnologías de vanguardia y con potencial transformador conlleva un coste que va mucho más allá de lo financiero. Hablamos de inversiones colosales en términos de tiempo, esfuerzo humano, investigación y desarrollo.
La financiación de las Deep Tech, por naturaleza, es un juego a largo plazo. Se trata de apostar por tecnologías y soluciones que no sólo están en su infancia, sino que a menudo enfrentan desafíos técnicos y científicos aún no resueltos. Estas inversiones no son para los impacientes o para aquellos que buscan retornos rápidos. En cambio, requieren un tipo especial de inversor: el visionario. Aquel que puede ver más allá de los riesgos inmediatos, que entiende que el verdadero valor de estas empresas no se mide solo en términos de retorno financiero, sino en el potencial de cambiar industrias enteras y, en algunos casos, la vida tal y como la conocemos.
En el pasado reciente, hemos visto un aumento en el interés por parte de capitalistas de riesgo y fondos de inversión en el espacio Deep Tech. Estos inversores están comenzando a darse cuenta de que, aunque el camino hacia la rentabilidad puede ser más largo y tortuoso que con las startups tradicionales, las recompensas potenciales son exponencialmente mayores.
Desafíos en el Horizonte
Por supuesto, como cualquier sector emergente, Deep Tech enfrenta su cuota de escepticismo y escándalos, siendo Theranos un ejemplo emblemático. Fundada por Elizabeth Holmes, Theranos prometió revolucionar el mundo de los análisis de sangre. La compañía aseguraba que su dispositivo patentado era capaz de llevar a cabo cientos de pruebas diagnósticas con tan solo unas gotas de sangre obtenidas de un pequeño pinchazo en el dedo. Una promesa audaz que podría haber transformado la industria médica, reduciendo costes, tiempo y el malestar asociado con las extracciones tradicionales.
El potencial percibido de esta innovación atrajo a inversores de alto perfil, sumergiendo a la compañía en un torbellino de atención mediática y financiera. Entre sus partidarios más destacados estaban magnates de la talla de Rupert Murdoch y figuras políticas como Betsy DeVos, la exsecretaria de Educación de Estados Unidos. Estas personalidades, junto con muchos otros, invirtieron sumas significativas de dinero, seducidos por el carisma de Holmes y la visión transformadora que Theranos presentaba.
Sin embargo, detrás del velo de promesas y presentaciones deslumbrantes, la realidad era menos brillante. El revolucionario dispositivo que Theranos promocionaba nunca funcionó como se había publicitado. Esta falta de integridad y transparencia no solo llevó a la caída de la empresa, sino que también arrojó dudas sobre el sector emergente de biotecnología y salud en el espacio Deep Tech.
Esta historia sirve como un recordatorio crucial para el mundo de la Deep Tech: la importancia de la integridad, la validación científica y la transparencia no puede ser subestimada. Resolver desafíos monumentales requiere no solo innovación, sino también honestidad y compromiso con la verdad.

El Futuro es Profundo
A pesar de estos contratiempos, no es una exageración afirmar que la Deep Tech está configurando el futuro. A medida que nos adentramos en esta nueva era de la tecnología, las soluciones a desafíos que una vez parecieron insuperables están al alcance de la mano. Las empresas de Deep Tech están llevando a la humanidad a la próxima frontera de la innovación.
Con su combinación única de visión, pasión y ciencia, no hay duda de que la Deep Tech tiene el potencial no solo de transformar industrias, sino también de mejorar la calidad de vida en nuestro planeta.